Cómo juega el destino en la vida de los seres humanos, es muchas veces sencillamente maravilloso. Hoy compartimos la historia _“la más particular de todas”, según él mismo describe_ de uno de los flamantes becados para estudiar en una universidad de los Estados Unidos.
Se trata de Ricardo Alderete, quien a sus 23 años ya completó la carrera de Periodismo en Paraguay (en la UAA) e incluso inició su camino profesional por los medios de comunicación. De hecho, fue así que conoció de la existencia de Becas Deportivas USA.
“Mi manera de enterarme, si no es la más particular de todas, es una de las más particulares, porque siempre busqué formas de estudiar en el exterior a través de la universidad. Yo estaba trabajando en el diario Hoy, donde estuve hasta mayo de este año, y mi jefa me dijo ‘Ricky mirá esta página y si podes contactá con la organización y entrevistales’. Vi y en la misma decía ‘Becas Deportivas’. ¡Qué genial! En esa semana yo estaba viendo becas y mi jefa me mandaba entrevistar a la organización. Contacté con Julio (Beachy) y pactamos la entrevista. La primera charla fue totalmente profesional, le hice la entrevista para el diario. Al terminar apagué la grabadora y le dije ‘ahora, aparte de lo profesional, quiero saber cómo hago yo para irme’. Y así fue que me enteré y luego contacté para saber qué hacer para participar”, relató.
Luego, el nuevo estudiante de la carrera de Administración de Empresas de Luisiana State University-Alexandría, tomó la decisión de presentarse a las pruebas de fútbol, aunque en sus planes no estaba convertirse en futbolista profesional. Jugó en las inferiores del club Libertad, en la posición de enganche por izquierda, hasta que al llegar a la Sub 17 decidió poner fin a su carrera deportiva.
“Pasa que la vida del futbolista que quiere hacer carrera profesional es no solamente sacrificio, porque sacrificio hay en todas las profesiones, sino una constante de decisiones diarias entre lo que estás haciendo, entre el estudio y lo profesional. Debes unificar y decidir. Yo me había decidido por el estudio, había dejado de jugar porque me coincidía con el horario del colegio y, luego, la universidad. Es muy difícil sostener eso. Entonces, a los 17 dejé de jugar pensando en una carrera profesional”, reconoció.
“Me presenté como amateur, no pensando tanto en la MLS (Major League Soccer) como muchos de los otros becados, sino más bien en lo que podría adquirir aparte del deporte. Para mí, era una puerta que abría otras puertas. O sea, el fútbol es una oportunidad que me abre otra vez en un ámbito profesional diferente, un estudio que yo puedo seguir adquiriendo”, agregó.
Así fue que Ricky participó de las pruebas viviendo “un clima de cierta presión” incluso en los días en que solo jugaban ante los observadores locales. “La fecha en que vinieron los entrenadores norteamericanos se sentía un ambiente diferente. Si bien no era el ambiente que viviremos en Estados Unidos, se acercaba más a la realidad. Sabiendo que había un grupo que nos estaba viendo para ofrecernos algo, había presión, pero más que nada estaba ese sentimiento de alegría de poder hacer algo que te gusta, que para mí al menos es jugar al fútbol y tener la posibilidad de conseguir algo más que solamente el deporte”, comentó.
A lo “particular” de la historia de Ricardo Alderete se sumó el hecho que no solo recibió una propuesta de beca, sino dos: de la Universidad de Kansas y de la de Campbellsville. “Las dos eran becas muy buenas, pero la diferencia que yo tenía que pagar todavía era un margen amplio, por lo que tuve que rechazarlas”, explicó.
Ante esta situación, el periodista retomó su vida normal y cambió el diario Hoy por el Canal 13. En ese lapso recibió un nuevo llamado de Julio Beachy. “Ricky, ¿todavía estás interesado en ir a Estados Unidos?”, le preguntó el directivo de Becas, a lo que él respondió sin dudar con un “¡claro que sí!, siempre hay interés”.
Esa noche, Ricardo recibió los detalles de la oferta y todo estaba “dentro del margen que nosotros podíamos decir ‘sí, aceptamos’”. “Entonces, antes de responderle a Julio, llamé a mi padre y le dije ‘tengo una nueva oferta y quiero ir a esta’”, recordó.
“Fue increíble. Trabajaba hacía un mes en Canal 13. Salí de un trabajo, empezaba otro y ahora tenía que avisar que iba a salir de nuevo para ir a Estados Unidos. Pero ya tenía definido que esta era la beca que quería. El momento en que recibí esa oferta fue muy emocional, un choque de muchas cosas”, acotó.
Por supuesto, una de las primeras personas en enterarse de la noticia fue su anterior jefa, Cinthia Mora, la que precisamente lo envió a entrevistar a la organización de Becas, sin imaginarse que estaba poniendo la primera piedra para construir el futuro de su entonces periodista.
“Tras salir del diario Hoy, no porque iba a viajar sino por otra oferta de trabajo, ella siempre me pedía novedades y yo le decía que era todo un mar de incertidumbres. Cuando recibí la oferta de Luisiana, le escribí y le dije: ‘jefa, ahora sí te puedo decir que voy a ir’. Se puso muy feliz, incluso mis compañeros, que me hicieron un almuerzo para festejar. Es genial tener ese contacto hasta hoy con mi jefa”, manifestó.
Ahora empieza una nueva vida para Ricky. Si bien lleva años preparándose para esto, sabe que “va a ser totalmente diferente a lo que viví acá, más en relación a la independencia. La famosa frase que te dicen en Paraguay cuando ingresas a la universidad es que ‘la universidad ya no es como el colegio que te andan detrás’. Imaginate eso a nivel Estados Unidos, que es otro idioma, estás solo, son mucho más organizados, metódicos, protocolares…”
“En ese sentido creo que va a ser muy diferente, porque si bien no estoy acostumbrado al desorden, a la hora de trabajar me hago muy amigo de las personas, sin cruzar la línea de la irresponsabilidad, pero con la familiaridad de hacer las cosas a mi manera. Allá no estoy seguro que pueda ser así. Tendré que estar en un régimen mucho más disciplinado, de mucho más orden. Creo que ese será uno de los cambios más radicales, al menos para mí”, agregó.
Al referirse a la oportunidad que comenzó a ofrecer Becas Deportivas en Paraguay, Ricardo Alderete calificó de “invaluable, en relación a la experiencia y a lo que adquirís como persona y profesional, yendo a otro país y emprendiendo un nuevo desafío”.
Dijo que “lo que más ataja a los jóvenes, independiente a la edad que tengan, es salir de su propia comodidad e ir a hacer algo nuevo, un desafío que les sacará de esa comodidad y les empezará a exigir cosas nuevas y mayores responsabilidades”.
Por eso, y con su propia “experiencia de salir de un trabajo y empezar otro y otro”, Ricky recomendó a los jóvenes a que “se lancen” a desafíos como este que ofrece Becas Deportivas, porque “oportunidades siempre habrán, como cuando me tocó salir del primer trabajo, pero la que tengo ahora, a esta edad, no volverá a repetirse”.
“Es mejor lanzarte y ver qué pasa. Total, el que no arriesga no gana”, sentenció quien partió rumbo a los Estados Unidos con “una emoción medio ambigua”, pues hasta poco antes de subir al avión decía que aún no le caían “del todo las fichas” en relación al sueño que apenas estaba comenzando a vivir.
