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A Mauricio Ayala Bachero una lesión cuando aún estaba en la escuela de fútbol le impidió seguir el camino hacia el profesionalismo en este deporte. Por ello, se concentró en los estudios y practicaba solamente en el colegio, jugando con los amigos.

Cuando sus padres, Oscar y Norma, le comentaron del programa que ofrecía Becas Deportivas USA (estudiar en el extranjero, gracias al talento deportivo), Mauri no dudó en presentarse al showcase. “Más que nada por mis padres, por todo lo que hicieron por mí y porque se trataba de una gran oportunidad de estudiar en el extranjero haciendo lo que me gusta, que es jugar al fútbol”, comentó.

Así fue que consiguió una beca para estudiar la carrera de Economía en la Campbellsville University, en el Estado de Kentucky. Ni siquiera una lesión, que esta vez apareció durante las pruebas, impidió que demostrara sus condiciones para acabar convenciendo al entrenador de la mencionada casa de estudios.

“Ese día (del showcase) estuve muy nervioso, porque tenía una lesión, un tirón, que hizo que me costara mucho jugar. Pero traté de seguir igual y di lo mejor que pude”, recordó quien incluso en uno de los partidos debió abandonar su puesto original (lateral derecho) para jugar como central.

Por todas esas dificultades con las que encaró el showcase, cuando el entrenador de los “Tigers” le dijo que lo quería llevar, Mauricio se sintió “primero, aliviado. Después sentí mucha emoción por la experiencia que, me di cuenta, iba a vivir”. “Feliz, sobre todo, porque en verdad no esperaba que me seleccionen”, confesó.

“Emocionado, demasiado ansioso”, así describió el paraguayo su sentir horas previas al viaje. “No veo la hora de estar ahí, jugar por la universidad y demostrar todo por lo que luché en este tiempo que me preparé”, agregó quien ya se encuentra en los Estados Unidos, iniciando “una vida más independiente, pero siempre teniendo a mi familia y a mis amigos conmigo”.

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Para Mauricio Ayala fue difícil encontrar palabras para describir la experiencia vivida con Becas Deportivas USA, “pero a ellos (Leticia Soto, Lorena Soto y Julio Beachy, los directivos) describiría como unos genios que me ayudaron muchísimo en todo. Gran parte es gracias a ellos, así como gracias a mis padres, que estoy cumpliendo este sueño”.

Al despedirse, alentó a los jóvenes a tentar suerte con Becas Deportivas USA, pues “no van a perder nada, porque la única chance que tienen es la de ganar, y lo que ganas es algo simplemente grande”.

“No cualquiera tiene esta oportunidad, muchos viven y ruegan por algo parecido a esto que nosotros conseguimos”, agregó, para finalmente desear que “todos los que fuimos seleccionados podamos cumplir un papel importante en la universidad y alcanzar nuestras metas”.